Publicado el 2 de marzo de 2010.
Roberto Sánchez, más conocido por su seudónimo artístico Sandro, (19 de agosto de 1945 – 4 de enero de 2010) fue un destacado cantautor argentino de balada romántica y música rock y pop, en español, famoso en todo el continente. A su vez, incursionó en múltiples oportunidades en cine, como actor protagonista e incluso como director.
Fue uno de los fundadores del rock en español. Publicó 52 álbumes originales y vendió 8 millones de copias, aunque hay fuentes que elevan hasta 22 millones. Algunos de sus éxitos son «Dame fuego», «Rosa, Rosa», «Quiero llenarme de ti», «Penumbras», «Porque yo te amo», «Así», «Ese es mi amigo el puma», «Tengo», «Trigal», «Una muchacha y una guitarra». Su tema «Rosa, Rosa» vendió en su país natal casi 2 millones de discos, siendo su obra más famosa. Su tema «Tengo» ha sido considerado el Nº 15 entre los 100 mejores temas de la historia del rock argentino, por la cadena MTV y la revista Rolling Stone.
Realizó 16 películas. Fue el primer latino en cantar en el Madison Square Garden En 2005 recibió el Grammy Latino a la Trayectoria. Nació, se crió y vivió siempre en los suburbios industriales del sur de la Ciudad de Buenos Aires. Su abuelo paterno pertenecía al pueblo Rom y Sandro recogió esa herencia asumiendo el sobrenombre de Gitano.
Nació el 19 de agosto de 1945 en la Maternidad Sardá, un hospital público ubicado en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo sus padres vivían en Valentín Alsina (Lanús), un suburbio obrero en el cordón sur del Gran Buenos Aires, donde vivió su infancia y adolescencia. Con el tiempo compraría una mansión ubicada en Banfield, ciudad residencial ubicada al sur del Gran Buenos Aires, donde vivió hasta su fallecimiento.
Fue hijo único de Vicente Sánchez e Irma Nydia Ocampo, ambos provenientes de familias de antigua presencia en el país. Su abuelo paterno era húngaro, de apellido Popadópulos, quien al migrar hacia España lo cambió al de Rivadullas; a raíz de ello, muchos años después le pondrían el apodo de Gitano. Al momento de nacer sus padres quisieron ponerle el nombre Sandro, pero no lo permitieron los funcionarios del Registro Civil donde debían registrarlo.
Hizo sus estudios primarios en la Escuela Nº 3 República de Brasil, en la calle Valentín Alsina 3018, de Valentín Alsina. Su pasión por la música nació desde niño. Como muchos otros adolescentes y preadolescentes argentinos, fue irresistiblemente atraído por Elvis Presley desde sus inicios en 1955-1957 a quien comenzó a imitar en el último año de la escuela primaria. Muchos años después vería el show de su ídolo desde la primera fila del Boston Garden.
Su primera «actuación», que lo marcaría por el resto de su vida, fue el día de la independencia argentina, el 9 de julio de 1957, en el acto de su escuela, cuando su maestra de 6º grado lo invitó a realizar su conocida imitación de Elvis, llevándose los aplausos y la ovación del público asistente. Fue entonces que se despertó su vocación por la actuación musical.
En 1960, en sus primeros intentos como solista, adoptó el seudónimo de Sandro, y al poco tiempo, formó el grupo Los Caniches de Oklahoma y grabó su primer single, un rock en español de su autoría, «Comiendo rosquitas calientes en el Puente Alsina», una de las candidatas a ser considerada la primera canción grabada de rock argentina.
Los integrantes del grupo eran: Héctor Centurión (voz y bajo); Carlos Ojeda (piano y percusión); Armando Cacho Quiroga (batería), Sandro (primera guitarra); y Miguel Lito Vázquez (guitarra rítmica). En 1961 cambiaron de nombre por Los de Fuego. Al principio, el cantante del grupo fue Centurión, mientras que Sandro era la guitarra líder y la segunda voz y hacía los coros. A fines de 1962 Centurión perdió la voz, siendo reemplazado por Sandro, quien poco a poco se dedicó exclusivamente a su rol de cantante líder. En 1963 comenzaron a llamarse Sandro y Los de Fuego, con la siguiente formación: Héctor Centurión (bajo); Enrique Irigoytía (guitarra rítmica); Armando Cacho Quiroga (batería); Sandro (voz) y Juan José Sandri (guitarra).
Por entonces el rock and roll ya estaba instalado en Argentina, desde al menos cinco años atrás. A los primeros ídolos del rock, como Elvis Presley, Little Richard y Bill Haley, se habían sumado artistas y bandas de rock latinas que cantaban en español, como Los Cinco Latinos y Luis Aguilé (en la Argentina), Ritchie Valens y La Bamba (en California), y Los Teen Tops, Los Blue Caps y Los Locos del Ritmo (en México) y decenas de otros. En esa década comenzaron a llegar también las bandas de la llamada invasión británica, entre las que se destacaban los Rolling Stones y sobre todo Los Beatles.
Los de Fuego comenzaron haciendo versiones de los temas clásicos del rock anglosajón, en idioma español de artistas y grupos como The Beatles, Elvis Presley, Rolling Stones, Jerry Lee Lewis, Paul Anka, etc.
Como ha resultado habitual en el mundo del rock, sobre todo del rock latino, a fines de la década del 60 Sandro empezó a cambiar radicalmente su estilo, abandonando el rock and roll clásico en español, para diseñar un repertorio más popular, siendo uno de los pioneros de la balada romántica latinoamericana, derivada del bolero, que se convertiría en el género pop latino por excelencia en la siguientes décadas.[12] Sandro le aportó temáticas, poses y ritmos extraídos del rock and roll, que la hicieron provocativa y atractiva para los jóvenes de los sectores más populares de las comunidades latinas de América, y muy especialmente para las mujeres.
Una parte esencial de su estilo fue la adopción de una pose de seducción sexual abierta, que Sandro dirigió hacia las mujeres, expresándolo en sus letras y ritmos, pero sobre todo en su voz y movimientos, obviamente derivado de Elvis Presley, pero que alcanzó una plena identidad personal. Este estilo sexual irreverente tuvo un efecto arrasador sobre las jóvenes latinoamericanas (donde curiosamente más incidencia tenía la prédica sexualmente restrictiva de la Iglesia Católica). Las fanáticas de Sandro (sus «nenas») llegaron a ser tan importantes como él mismo, devolviendo en sus presentaciones un clima de desenfreno y sexualidad, entre las que se volvió un clásico arrojar al escenario su ropa interior. Para la época, el mensaje de Sandro resultaba un revulsivo radical contra las normas morales establecidas sobre la virginidad de las mujeres y las relaciones prematrimoniales, férreamente establecidas en toda América Latina.
En 1998 se dio a conocer que Sandro padecía una grave enfermedad ocasionada por décadas de adicción al tabaco: llamada Enfisema pulmonar crónico, la cual lo llevó a alejarse de los escenarios. Pero la dedicación del ídolo para con su público, hizo que en el año 2001 presentara uno de sus mejores espectáculos: («El hombre de la rosa»), el cual fue posible gracias a que junto al micrófono llevaba conectada una asistencia de oxígeno. De esta manera pudo realizar en 2004 otra gira nacional («La profecía»). Luego su enfermedad fue avanzando a tal punto que la falta de oxígeno le dificultaba su vida diaria, siéndole diagnosticado como única solución un trasplante de pulmón y corazón, para lo cual fue ingresado en lista de espera.
El 20 de noviembre de 2009, luego de 8 meses de internación, se le practicó en el Hospital Italiano de la ciudad de Mendoza, Argentina, un doble trasplante de corazón y de pulmones. El donante resultó ser un joven de 22 años de edad. La operación concluyó en forma exitosa, pero los médicos pidieron cautela durante el postoperatorio.[32] El «Gitano» siguió evolucionando favorablemente superando las expectativas esperadas por sus médicos, y los mismos dieron a conocer que su perspectiva de vida podría ser de 10 o más años. Así también reafirmó el equipo médico que su evolución sería lenta y que podría ser factible (como es común en casos de trasplantes con características tan especiales) que se manifestara algún tipo de complicación durante su convalecencia.
Tal cual fue afirmado en reiterados partes médicos por los profesionales que intervinieron a Roberto Sánchez, aparecieron algunas complicaciones delicadas durante el proceso de adaptación a los implantes y a la progresiva recuperación general que debía evidenciar en los días siguientes al de la operación; complicaciones que se fueron solucionando hasta llegado el día 12 de diciembre, en que se le hubo de realizar una nueva intervención quirúrgica, producto de una perforación en uno de los pulmones trasplantados, que probablemente guardaría relación con una bacteria que aún no se ha podido combatir y que Sandro ya la portaba antes de la complicada intervención del doble trasplante cardiopulmonar.
Lo cierto es que a horas de la media tarde del día de esta nueva intervención quirúrgica, el ídolo, se encontraba atravesando el peor de los momentos, habiendo vuelto a ingresar en sala de terapia intensiva, y con un informe médico de complicada gravedad que anunciaba que el estado del popular cantautor sería crítico. Sus fans habían organizado, para entonces, numerosas cadenas de oración para rogar por la salud del astro en todo el país.
A mediados de diciembre de 2009, los médicos cardiocirujanos Claudio Burgos y Guillermo Borgman (los doctores de Sandro) le diagnosticaron una neumonía debido al germen hospitalario que tenía, y que sufría pequeños picos de fiebre por la noche, lo que los médicos aseguraron que era algo normal y síntoma de su recuperación, que según dicen, iba a ser lenta. Días después, se recibió la noticia de que el cantante se recuperaba favorablemente sin fiebre, basándose principalmente en la recuperación muscular. Además, comenzaba a ingerir alimentos sólidos. El parte médico aseguró que tenían controlado la bacteria que portaba, y celebró Navidad con su esposa Olga, comiendo alimentos blandos.
A pesar de los esfuerzos de los facultativos, Sandro no pudo superar el progreso de su sepsis generalizada. Roberto Sánchez falleció en el Hospital Italiano de Mendoza por un «shock séptico», según informó Claudio Burgos, jefe del equipo que lo operó. Su deceso se produjo a las 20.40 hs del 4 de enero de 2010. El paciente había afrontado cinco intervenciones luego del transplante cardiopulmonar (dos de ellas efectuadas el mismo día de su muerte) y había luchado por su vida durante 45 días. Inmediatamente, la noticia repercutió en todos los medios argentinos y en redes sociales. El importante diario estadounidense The New York Times publicó en tapa de su edición electrónica del 5 de enero de 2010 la noticia de la muerte del cantante titulando textualmente: «Muere a los 64 años el cantante Sandro, el Elvis argentino». El mismo día, la notable actriz y conductora televisiva argentina Mirtha Legrand declaró ante el periodista Eduardo Feinmann en el canal que la muerte de Sandro «solo puede compararse, en importancia, con la de Carlos Gardel«.
El 5 de enero, desde la mañana se formaron por varias cuadras grandes filas de personas que esperaban para darle el último adiós al popular cantante en el Salón de los Pasos Perdidos, en el Congreso de la Nación Argentina, donde tres meses antes habían velado a la cantante Mercedes Sosa. El público, que abarcó desde jóvenes hasta ancianos, le dio el adiós desde las 13 hs. Sin embargo, la familia de Roberto decidió no permitir la entrada de la prensa al relevante salón, donde se encontraban los restos de Sandro a cajón abierto, lo que se prolongó durante toda la madrugada del 6 de enero, mismo día en el que fue inhumado en un cementerio privado de la localidad de Burzaco. Más de 30.000 personas lo despidieron y, hasta se llegaron a formar 13 cuadras de fila.